La Terapia Gestalt es un enfoque psicoterapéutico que se centra en el momento presente y en cómo las personas experimentan sus emociones, pensamientos y sensaciones en el aquí y ahora. La terapia gestáltica se originó en los años 50 y 60 con los psicólogos Fritz Perls y Paul Goodman.

La terapia gestáltica se enfoca en el individuo como un todo, considerando tanto su cuerpo como su mente, en lugar de dividirlos en partes separadas. La idea es que todos los aspectos de la persona están interconectados y afectan a los demás. Por lo tanto, el objetivo de la terapia gestaltica es ayudar a las personas a entender cómo sus pensamientos, emociones y comportamientos están relacionados entre sí y afectan su vida diaria.
Durante una sesión terapéutica de tipo Gestalt, el terapeuta ayuda a la persona a explorar sus pensamientos, emociones y comportamientos actuales y a cómo estos están relacionados con eventos pasados o situaciones actuales. El terapeuta puede hacer preguntas abiertas, utilizar ejercicios y técnicas para ayudar a la persona a comprender sus patrones de pensamiento y comportamiento y cómo estos pueden estar afectando su vida.
La terapia gestaltica se basa en la idea de que cada persona es única y tiene la capacidad de encontrar su propia solución a sus problemas. El terapeuta trabaja con la persona para ayudarla a descubrir sus propios recursos internos y a tomar medidas para resolver sus problemas.
En resumen, la Terapia Gestalt es un enfoque psicoterapéutico que se enfoca en la experiencia actual de la persona y en cómo sus pensamientos, emociones y comportamientos están interrelacionados. El objetivo es ayudar a la persona a entender y resolver sus problemas, encontrando sus propios recursos internos.